jueves, 29 de noviembre de 2012

Milán

Sara Dorado comparte con nosotros el viaje que hizo junto a su marido, José Antonio Encinas, a la ciudad de Milán:



Milán, la ciudad de la moda por excelencia, se encuentra al norte de Italia en la región de Lombardía.
Para llegar hasta Milán desde Madrid hay varias opciones. Nosotros elegimos volar a Bérgamo, ciudad situada 40km al noreste de Milano, con la compañía Ryanair.
Una vez allí es fácil llegar hasta el centro de Milán con las múltiples compañías de autobuses que te llevan, nosotros elegimos Terravision con un coste por trayecto de 5 euros pero cogiendo ida y vuelta sale a 9 euros.
Los autobuses parten del aeropuerto de Bérgamo con destino a la Estación Central, uno de los centros neurálgicos de la ciudad ya que desde aquí podemos tomar el metro, tren, tranvía, autobuses, taxis…con lo cual resulta ideal para ir a cualquier parte de la ciudad. Es muy recomendable ver el maravilloso hall de entrada, así como la fachada principal.




El hotel que elegimos estaba en una calle justo enfrente de la Estación Central y de la Torre Pirelli, el Hotel New York, un básico para dormir, ducharse y desayunar.


  


Empezando nuestro recorrido por la ciudad de la moda, elegimos recorrerla en autobús turístico, los clásicos rojos descubiertos en los que todo el mundo va haciendo fotos. El coste del autobús es de 20 euros por persona pero es para dos días, es una opción sencilla y fácil para recorrer cualquier punto turístico de la ciudad ya que puedes subir y bajar en cualquiera de las paradas que hace y además hay audio guía en español.
Primera parada de este recorrido es la majestuosa Catedral de Milán conocida como Duomo (en Italia llaman a sus catedrales así, viene de Domus dei, casa de Dios) es de estilo gótico con 157 metros de largo y con cinco naves que la dan una capacidad de hasta 40.000 personas. Destaca la gran altura de la nave central, de 45 metros (más de cuatro veces la altura del retablo de San Pelayo de Olivares). La entrada es gratuita.

  

  

 



En la Piazza Duomo también nos encontramos la galería Vittorio Emanuele II





Construida por orden del primer rey de la Italia unificada fue construida entre los años 1865 y 1877. Son cuatro galerías que se unen en un espacio central octogonal rematado con una cúpula de cristal. Hacia la mitad de la galería hay en su suelo de mármol un toro al que todo el mundo le pisa sus partes íntimas para pedir un deseo. Dentro de la galería nos encontramos las grandes firmas de la moda italiana. A través de su pasillo central conecta dos famosas plazas de Milán, Piazza Duomo con Piazza Della Scala, es un paseo muy agradable y lleno de turistas que te lleva hacia La Scala que es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo.



Paseando por las calles y plazas aledañas a La Scala nos encontramos multitud de tiendas tanto de grandes marcas como de marcas asequibles a cualquier bolsillo. Durante este recorrido puedes ver en el camino la tienda de Ferrari, en ella te ofrecen la posibilidad de hacer un recorrido por todo Milán conduciendo tú alguno de sus impresionantes cavallino rampante, y por el módico precio de 145 euros, si no podéis como fue nuestro caso hay que conformarse con hacerse las fotos en la puerta y con los coches, aquí os dejo a mi marido muy feliz.
 




En las calles aledañas a la tienda Ferrari también podéis encontrar una pequeña tienda de comida para llevar, donde se formará una cola impresionante a cualquier hora del día o de la noche para poder degustar los famosos Panzerotti, que los milaneses comen a todas horas sentados en las escalinatas de la Piazza Duomo.


Desde aquí seguimos nuestro recorrido en el autobús turístico hacia el Castello Sforcesco, un castillo que está situado en el casco antiguo de la ciudad. Sus muros albergan museos de arte, de pago, pero lo demás es gratuito y es un agradable paseo por la historia viendo la plaza de armas, el foso y las fantásticas vistas al Parque Sempione.
 
 
  


Desde el Parque Sempione, dando un largo paseo, sobre todo por las obras que inundan Milán, llegamos a Puerta Garibaldi, desde allí puedes ir a Corso Como y a Corso Garibaldi, zona de Shopping para los aficionados a las compras. Nosotros nos dirigimos hacia el Cementerio Monumental de Milán, un sitio a visitar para los no supersticiosos en el que se encuentran una amplia variedad de esculturas italianas, templos griegos, obeliscos, e incluso una versión a pequeña escala de la Columna de Trajano.





Después de visitar este gran museo al aire libre nos dirigimos otra vez a nuestro autobús turístico para seguir descubriendo Milán. Nuestra siguiente parada fue Piazza Cadorna donde comimos pizzas y dulces típicamente milaneses. Éste fue nuestro punto de partida hacia una de las grandes maravillas de Milán , la iglesia Santa Maria delle Grazie que alberga el Cenacolo Vinciano del gran Leonardo da Vinci, La Última Cena, una de las obras maestras de la historia del arte. Leonardo fue contratado en 1494 para trabajar en la iglesia y hacer un fresco en la pared norte del refectorio. Eligió La Última Cena para capturar el momento inmediatamente posterior al anuncio de Cristo de que uno de sus apóstoles le iba a traicionar. Hasta hace muy poco tiempo no ha sido totalmente restaurada ya que no estaba bien conservada debido a la técnica experimental que Leonardo adoptó para realizarla, escogiendo el uso de tempera sobre yeso en lugar del clásico método del fresco. En el año 1943, en plena II Guerra Mundial, los ejércitos liberales anglosajones bombardearon Milán, afectando al convento y la iglesia de Santa María delle Grazie, pero sobre todo al refectorio, del que solo varios muros quedaron en pie, entre ellos el de la Última Cena.
Aquí en el interior no se pueden realizar fotos, os dejo una de la plaza donde esta la fachada de la iglesia.
Una recomendación si queréis ver el Cenacolo es comprar las entradas con antelación por Internet son a 8 euros por persona, si no lo hacéis es posible que os quedéis sin verlo ya que son pocas las personas que admiten diariamente.





Una vez acabada con la visita del Cenacolo nos dirigimos otra vez hacia Piazza Cadorna para coger el metro y visitar el estadio de futbol de Milán “San Siro”, aquí en este punto os tengo que decir que el metro de Milán es fantástico, llega a cualquier sitio y es muy sencillo ya que tiene 3 líneas básicas roja, amarilla y verde que te llevarán a cualquier punto turístico que quieras visitar. Volviendo al fútbol cogimos el metro de Piazza Cadorna a Lotto que es la parada del estadio, bueno es la parada mas cercana ya que hay un largo paseo hacia el estadio, recorriendo toda una avenida llena de fantásticos grafitis de los jóvenes milaneses. En nuestro recorrido también nos encontramos con el hipódromo llamando la atención en los jardines de entrada un gran caballo de bronce.




Después de esta parada en el hipódromo, nos dirigimos a San Siro. Fuimos un sábado por la tarde que no había partido, la zona es residencial y muy tranquila supongo que todo lo contrario a los días de partido, ya que el estadio lo comparten los dos grandes equipos de fútbol locales, el Inter de Milán y el AC Milán.
Es un estadio construido en 1925 y desde entonces ha albergado las grandes competiciones italianas y europeas como también algún concierto.







Después del largo paseo de vuelta hacia el metro nos dirigimos hacia el centro de la ciudad en Piazza Duomo para disfrutar de la noche milanesa y sus cenas de pasta, maravillosas.